Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2006

MI ABUELO MIGUEL

Hacía tiempo que no sabía de él. Este destierro me había distanciado de su figura. Y lo ví en un bar, distinto, la televisión en silencio lo retrataba, aquel rostro no es el que yo recordaba. Y sentí un escalofrío al verle tan mayor. Busqué evadirme de mi entorno, de la gente que me rodeaba y charlaba afablemente conmigo. Entonces se me antojaron extraños, se hacía urgente saber qué diablos pasaba. Observé a través de mi mirada huidiza la entrega de alguna distinción o premio. Temí lo peor. Esos halagos a determinadas edades causan pavor. Y corrí raudo a averiguar qué es lo que ocurría exactamente. Busqué en Internet, en el periódico de mi tierra y al fin descubrí un premio a unos determinados valores, que como él mismo dice, se le presuponen a todo ser humano. Pero le acontecí mayor, y me sentí mayor de pronto yo también. Se había convertido de pronto en abuelo, un octogenario de recién 86 años cumplidos. Pocos días después cayó en mis manos una revista , en la que precisamente se r