baile en transilvania (y II)

Regresaste renacida
sin atisbo de deseo
a abrazar mi coraza de aguerrido guerrero
de convencido inmune
a zíngaros encantos.
Se me enganchó tu inocencia
al pie de mis estribos
se me aferró el acento
de vampiros malditos.
Perdiste tu anonimato
hablando conmigo
relatando las marcas
atesoradas entre alma y cuerpo.
Pasan las horas alrededor de tu cintura
quizás me arrepienta
al menos sembraste dudas.
Abrazado a una noche de excesos
tu imagen se diluye a la luz
del recién inaugurado día.
Quizás me arrepienta
y te recuerde…

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